domingo, 13 de febrero de 2011

Bill Frisell

El mundo de la música está lleno de guitarristas que tocan excelente, muy bien, regular y más o menos; algunos son pirotécnicos y explosivos, otros abstractos o melódicos, los hay interesantes y aburridos. Y está Bill Frisell.
Este norteamericano con cara de científico bueno es quizás junto a los guitarristas Eugene Chadbourne, Elliott Sharp, Arto Lindsay, Derek Bailey y Joe Morris, uno de esos músicos que mucho ha dicho con su instrumento y afortunadamente tiene mucho más por decir.
Su música tiene bases fuertes, sostenidas en las raíces musicales norteamericanas: el blues, el folk, el country, pero sus pasos artísticos siempre fueron medidos desde el jazz y la vanguardia debido a su innegable talento para la improvisación y la experimentación sonora.
Sus últimos trabajos, Blues Dream (Nonesuch, 2001), Bill Frisell with Dave Holland and Elvin Jones (Nonesuch, 2001) y The Intercontinentals (Nonesuch, 2003) estuvieron más cerca del perfil norteamericano clásico y la música del mundo, que de la experimentación del pasado.
Con Unspeakable Frisell viró levemente, reclutando por primera vez un combo que incluye un trío de cuerdas clásicas con una línea de “caños” (instrumentos de vientos) propia de una banda de jazz, aunque sin darle necesariamente esa dirección a la obra.
La música es accesible de principio a fin y el disco tiene puntos muy altos con 1968, al comienzo, con un “loop” (ver nota al pie) que sirve de gancho y motivo para que el sonido friselliano haga de las suyas durante los 4:35” que dura.
Del Close tiene por momentos cierta reminiscencia al sonido del guitarrista George Benson, aunque luego las cuerdas lo alejan de él.
Gregory C es lento, con variados juegos armónicos a cargo de Frisell y con un Hank Roberts definitivamente delicado en el cello. Stringbean es un punto alto del disco, con su mid-tempo y las cuerdas haciendo un colchón de sonido que permite a la guitarra y a la electrónica destacarse por sobre el todo. Alias, seguramente dedicado al percusionista Don Alias, es uno de los temas más “up” del CD. D. Sharpe tiene al trío Roberts, Scheinman y Kang como animadores absolutos.
Fields of Alfalfa es otro tema bien arriba rítmicamente hablando, con gran trabajo de todo el grupo y especialmente de Wollesen y Alias en las percusiones. Tony comienza como una balada y muy de a poco se va transformando en un tema “funky”, con una guitarra rítmica “a la James Brown” y vientos al tono.
La producción de Hal Willner y su uso de la bandeja giradiscos suman en todo momento, y hacen de Unspeakable un gran disco apto para todo público, que afortunadamente tiene edición nacional. Aunque lamentablemente no tiene el cartón protector con el hermoso diseño de la edición original norteamericana ni la tapa y la contratapa del librito. Una verdadera picardía que sólo se justificaría entre tener que elegir si editarlo de este modo o no editarlo.
Nota: “Se llama ‘loop’ al procedimiento por el cual se une el final de un sonido con su comienzo (originariamente se lograba con un surco cerrado en un disco de pasta), logrando, según las características de un sonido en el tiempo, un continuo o una repetición”. Diego Fischerman – La Música del Siglo XX (Paidós Postales)
Fuente: http://www.elintruso.com/article.php?id=78

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