sábado, 23 de abril de 2011

Festival en honor a Django Reinhardt en Buenos Aires

IXº FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ DJANGO ARGENTINA 2011
MARTES 10 DE MAYO // 20:30 HORAS
Clásico encuentro anual dedicado a la memoria del genial guitarrista gitano, con la actuación del Pellican Jazz Trío con el violinista Sergio Poli como invitado, el grupo Bangar Manouche (Chile) y una jam session final.. Dirección Artística: Ricardo Pellican
JAZZOLOGÍA // Presentación de solistas y grupos jazzísticos en todos los estilos.
Coordinación: Carlos Inzillo.
Entrada gratuita, las entradas se entregan desde 2 horas antes del comienzo del espectáculo // Sala Enrique Muiño // Capacidad: 270 espectadores.
Fuente: http://www.centroculturalsanmartin.com/actividades/504_ix-festival-internacional-de-jazz-django-argentina-2011

martes, 19 de abril de 2011

Sophie Milman

Sophie Milman nació en Rusia y a los siete años emigró con sus padres a Israel, al cumplir los 16, volvió a emigrar, pero ahora a Canadá, en ese país dejó crecer la semilla que había cultivado, su gusto por el Jazz, era fan de Ella Fitzgerald y de Oscar Peterson.
A los 21 años se presentó en un programa de televisión de Toronto y ese hecho le trajo un contrato para grabar su primer disco, que es el que te presentamos y que fue un acontecimiento mundial, su segundo disco fue premiado como uno de los mejores discos del año (2007) en Canadá.
De modo que a Sophie le ha sido relativamente fácil hacer una carrera exitosa en un medio que a pocos les da oportunidad, tal vez sea la voz de esta viajera multinacional, cálida, suave y a la vez potente y educada, la que le ha abierto las puertas, sin menospreciar el carisma y la belleza de esta voz nueva en el Jazz.
Fuente: http://amblalluna.blogspot.com/2009/06/mujeres-divinas-sophie-milman.html

viernes, 8 de abril de 2011

Andrés Perez y Sting en Viña del Mar

El saxofonista y clarinetista chileno Andrés Perez que hizo los solos durante la presentación del músico inglés en el reciente Festival de Viña, junto a la Sinfónica de Chile. Lo hizo invitado por Sting, en su show Symphonicity junto a la Orquesta Sinfónica de Chile. Andrés Pérez (27) es un prominente saxofonista y clarinetista dedicado al jazz que ha trabajado como músico de sesión, arreglador, compositor, productor de discos y en la Orquesta del Festival de Viña del Mar. En esto último estaba la noche del miércoles 23 de febrero cuando apareció una productora de Chilevisión solicitando, con carácter de urgencia, a alguien que pudiera tocar el solo de clarinete en el tema Englishman In New York, de Sting. Pérez dio un paso al frente. “Necesitamos que vayas a ensayar mañana a Santiago”. Eran las 4 de la mañana. A las 8 lo recogió una van y le entregaron las partituras. Todo rápido. El concierto era al otro día. “Llegué a Santiago, revisé las partituras, busqué mi clarinete y me presenté al ensayo a las 2 de la tarde, cuando acababa de llegar el director (Steven Mercurio)”, cuenta. “Empiezan a ensayar y yo con la guata apretada, con todo el stress porque igual me había metido en un zapato grande, era una tremenda responsabilidad. Una cosa es tocar un solo, otra hacerlo en la Quinta Vergara para 15 mil personas, con transmisión televisiva para millones, y otra cosa más es tocar para Sting, con una orquesta de más de 40 músicos y un director cabezón. Había una presión muy grande. Ensayamos de 2 a 5 pm. Y me pidieron que nada de partituras para el show, así que tenía como 4 horas para memorizar todo lo que tenía que memorizar y entender la estructura del tema. Fue intenso”. Durante el ensayo, y por la manera en que Pérez tocaba el clarinete, el experimentado Steven Mercurio se le acercó: “¡Ah, tú eres saxofonista! ¿Te gustaría tocar saxo?”. Entonces le revelaron la música de They Dance Alone (Ellas Bailan Solas), la canción que Sting estrenaría en homenaje a las madres de detenidos desaparecidos. “Fue súper fuerte, pero yo feliz me fui escuchando el tema a la vuelta a Viña, donde tenía que ensayar con la Orquesta para la Competencia Internacional”, narra. ¿Cómo fue tu experiencia personal con Sting? Apareció el mismo viernes en la prueba de sonido. Y como que a todos los músicos les vuelve el alma al cuerpo, empiezan a tocar con más ganas. Todos como sacando el rollo, como decimos en buen chileno. Ahí probé el tema con saxofón y Sting me dijo: ‘Por favor, libre, ese es tu solo, haz lo que quieras’. Además fue muy gentil, muy amable, me dijo que me soltara, se puso a saludar a la orquesta, se metió entre medio de las percusiones. Generó un ambiente de trabajo muy familiar, no marcó la diferencia como suele suceder con algunos artistas. Sting se compenetra muy bien con la gente. ¿Y el momento de salir a tocar? Imagínate, sentir el ruido de la gente manifestándose apenas presentan a Sting. Yo atrás, en bambalinas, no la quería creer. Entonces ahí viene el bloqueo. Tuve que imaginarme que estaba tocando en un boliche para 16 personas cuando en realidad eran 16 mil, no me quedó otra. Fue más intenso de lo que yo pensé. Yo he tocado varios años en la Orquesta del Festival, conozco al famoso monstruo, pero antes era más distante porque estás atrás, acompañando, es otra vibra. Cuando te paras adelante, al lado de un artista y te pones a pensar en todo eso no puedes tocar, entonces la única opción es encerrarse en tu propio mundo y darle pa’ delante. ¿El solo que hiciste en They Dance Alone fue improvisado? Totalmente. Jugó un rol importante el estilo en que me desenvuelvo. Yo no soy músico clásico, soy músico popular con formación jazzera. Amo el jazz, el bolero, el chachachá, de todo. Y el músico popular tiene la ventaja de que está preparado para lo que suceda. No eres prisionero de una partitura, sino que vas de la mano de tus ideas, entonces tu música vibra en la medida en que las ideas se van manifestando espontáneamente. La base del jazz es la improvisación. Eso me jugó a favor, porque estás pendiente de todo, no de una partitura. Y piensa que Sting ama el jazz, es contrabajista y trabaja con tremendos músicos de jazz como Branford Marsalis, Kenny Kirkland, entre muchos otros. Si tú analizas sus composiciones, es una música muy bien pensada, y para qué hablar de las letras, es un poeta. Entonces son lenguajes comunes. Distinto habría sido haber tocado para Ricardo Arjona. El hecho de tener a un tipo muy bien parado, cantando increíble y teniendo un liderazgo tan fuerte sobre sus músicos es el mejor mensaje que me dejó. Esa manera de hacer música te hace entender muchas cosas. Porque para llegar a ser grande tienes que ser el mejor: estudiar mucho, ser disciplinado, respetuoso, generar un ambiente grato de trabajo y ser muy claro en lo que haces y lo que quieres. Sting tiene la película muy clara. Una vez que empieza la música te quedan claras muchas cosas. ¿Qué te pareció el hecho de que hayan sido los artistas foráneos los que pusieron énfasis en los chilenos? Creo que todavía existe ese prejuicio de que lo chileno no es bueno. Que venga gente de afuera, monstruos de la música, a darte una lección de que el medio está errado, de que aquí existen artistas de nivel mundial, a mí, por la gente que produce eventos masivos, me da vergüenza ajena. No saben lo que se están perdiendo. Pero es una característica propia del país, miramos mucho hacia afuera. Nuestro arte, nuestras ideas están acá. Más que rabia me da risa y un poquito de vergüenza. A nosotros afuera nos sucede al revés. En Brasil escuchan a Christian Gálvez y se enferman de los nervios, no pueden creer que pueda existir un bajista tan bueno, tan bueno que viene Stanley Clark y se lo lleva a una gira internacional. Entonces es curioso lo que sucede en Chile. Creo que también es muy amable de parte de ellos de reconocernos, de darnos parte de su show, de su tiempo y de su historia musical. Es un tremendo regalo. Estoy muy agradecido. Pero creo que es importante que la gente en Chile empiece a reestructurar su concepción del arte. Por estos días, Andrés Pérez se encuentra terminando The Real Book, una recopilación de jazz escrito que empezó en 2008 siguiendo la tradición iniciada en EEUU en los años 20, cuando los músicos europeos, que quedaban boquiabiertos con esta música negra, se dedicaban a transcribirla con fines académicos. “Hice una investigación y recopilé música desde los años 40 hasta ahora. Hay más de 90 compositores y 200 partituras inéditas de jazz chileno. Quiero lanzarlo en septiembre. Se va a repartir en todas las bibliotecas de Chile y en la Universidades y Escuelas que impartan carreras de música. Es un proyecto sin fines de lucro, se distribuirá gratis a través de la DIBAM. Mi sueño es que de aquí a 10 años, toda la gente que estudie música lo utilice como el nuevo cancionero chileno”, dice el saxofonista que se apresta a relanzar este 26 de marzo su álbum solista Santiago Vivo, editado a fines de 2010. Mientras, produce los discos de Santiago Downbeat, Ana María Meza, Matías Radic y prepara el material de su segundo trabajo en solitario. Luego se embarcará en una gira sureña junto al grupo Contracuarteto. Andrés Pérez Quinteto. Fuente: http://www.purojazz.com/2011/03/andres-perez-%E2%80%9Csting-tiene-la-pelicula-muy-clara%E2%80%9D/