
El lenguaje conocido como Hard Bop, se parecía bastante al Bebop, solo que visto desde una perspectiva nueva en la que los músicos mantuvieron la esencia de la lengua materna, pero calmaron los ritmos más frenéticos y le devolvieron a la música una emotividad terrena, característica que se les había escapado a los boopers en su búsqueda de reconocimiento como “artistas” más que como “animadores”. El Hard Bop enfatizó el ritmo, buscando mayor intensidad sonora, con un aporte de blues con texturas más oscuras y líneas improvisadas cortas. En cambio el Cool, rompió con los tempos acelerados, los estallidos de intensidad, y las demostraciones de virtuosismo llegaron a su fin, pero sobre todo, y más allá de características musicales, el Cool, suave, sensual y aterciopelado, expresó una pose de aparente indiferencia que fue muy bien recibida por los adolescentes y adultos jóvenes de los años 50. En vez de extraversión, el Cool exhibió introspección, donde los músicos de esta escuela defendían el valor de la contención, manteniendo una ligera distancia entre sí mismos y las emociones que yacían debajo de la música. En términos específicos, prefirieron una interacción cerebral entre los instrumentos melódicos, en la que la sección rítmica no abunda con acentos incendiarios que empleaban los bateristas del Hard Bop. En la escuela Cool, los músicos estaban a favor de tonos planos y asordinados, prácticamente sin utilizar el vibrato.
Fuente: http://www.laquintadisminuida.com/?tag=max-roach
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